La paternidad de los animales. Padres y padrazos

El libro consiste en su mayoría en anécdotas y relatos sobre la paternidad en estas especies. Masson hace una revisión de la conducta de algunos de los padres animales más benévolos, como los pingüinos, lobos, monos tití y castores, que según él es menos conocida que la de los padres más agresivos (leones, osos o langures) y pone a los primeros como ejemplo a seguir.

Hasta épocas muy recientes, el hombre no desempeñaba más que un papel insignificante durante la gestación y nacimiento de sus hijos. Para justificar este hecho se recurría a explicaciones biológicas: en el reino animal los machos nunca se implican en estos asuntos, son competencia exclusiva de las hembras. Estas opiniones, sin embargo, eran producto del desconocimiento.

Dos de los casos más admirables de "inversión parental" son: los machos de pingüino emperador, padres abnegados que pasan varios meses del invierno antártico formando agrupaciones para combatir el frío, sin poder comer por guardar y dar calor a un único huevo que sostienen y balancean entre sus pies, hasta que su pareja regresa tras su estancia en el mar; el segundo caso, los minúsculos padres de mono tití que transportan a sus crías (generalmente gemelos) durante todo el día, mientras sus madres buscan comida. Lo que identifica la forma de escribir sobre historia natural que tiene Masson es que lo hace desde una perspectiva humanista, no como científico y parte de la base de que todos los animales experimentan emociones comparables a las de los humanos.